miércoles, mayo 28, 2008

El negocio más próspero [Reprise]

Relato mío publicado en el magazín de GILC, de la Universidad de Córdoba, el mes pasado:
Entre la penumbra, el motociclista se percata de la presencia al margen de la vía y con un rápido giro ofrece su grupa. Escucha la dirección y acelera: una carrera más que lo acerca al despiadado límite de la cuota. El pueblo y sus temores se diluyen por el retrovisor, y en la ruta sólo la luna percibe el movimiento del objeto que aparece bajo el suéter del pasajero. En adelante, ambos compartirán necesidades e incertidumbres.

jueves, abril 10, 2008

Sizaya pero cayeye, nos vemos viejo Cuchi!!!


Oyeeee, y cómo les parece a todos bustedes que en cierta ocasión... Acabo de enterarme de la muerte de uno de mis más grandes ídolos: El Cuchilla Geles... Ese man que primero le tiró golpes literales a la vida [pues fue boxeador y casi campeón] y que luego se dedicó a los golpes de humor, se fue en la suya: jodiendo la vida y mamando ron.

Los chistes del Cuchilla eran normalitos, lo extraordinario era cómo los contaba... los cambios en la voz, las muecas, los dichos, todavía me hacen arrastrar de la risa [de hecho tengo en mi celular cuatro videos del Cuchilla narrando algunos de mis chistes favoritos].

Lástima su ida, a los 47 años todavía podía sacarle punta a más de una situación, pero bueno, me gustaría imaginar que El Cuchilla va entrando a la otra vida con su mejor estilo, tremendo caminao petulante y gritando:

Eeeeeepateleeee, andando, andando, no empujen, carajo!!!!

sábado, febrero 16, 2008

Vindicación de la corraleja


Me gusta verte así, semiderruida, vulnerada hasta la muerte. Es mi consuelo después de siete días de soportarte. Y es lo menos que tu lascivia se merece, porque pasas por encima de cualquier sensatez, porque obligas a venerarte, porque engañas al mundo con tu disfraz de cultura, diversión y tradición cuando no eres más que una vil degradante de todo aquello que nos hace humanos; porque exacerbas el morbo, porque impones tácitas reglas de violencia [si no hay muertos la decepción se esparce por doquier]; porque no te sacias fácilmente, obligas a sofocar las economías [las casas de empeño te idolatran, perra], porque sumerges a la masa en los charcos más básicos de la ignorancia, y al marcharte sólo dejas un triste espectáculo de humo y escorias.

¿Y ahora qué? ¿Qué despojos sobreviven? La espera por el próximo año, de seguro vendrás con más ímpetu, con nuevos artificios y volverás a generar tu propio alimento, pues todo lo que muere en ti se recicla, se prepara y se engulle de regreso, porque el ciclo de la podredumbre jamás se detiene, es ineludible.

Y mientras, el rezago persevera… pero qué hijueputa, cada pueblo merece su propia miserable suerte.

sábado, enero 26, 2008

Un ángel vestido de azul

Me quedo sin palabras, sólo me doy el lujo de contemplarlo... y me demuestro a mí mismo que en este mundo la belleza aún es posible:

Ahora más que nunca, bienvenido, mi pequeño Alejandro.

sábado, noviembre 10, 2007

Honesty

Nostálgico, me puse en la búsqueda de una canción de la cual no sabía el nombre, pero que era inevitable en La Hora del Gato, un programa de Radioactiva en el que la envidiable voz de Humberto Martínez ronroneaba a las primeras horas de la madrugada, por allá en el 95... conocía la melodía, y la busqué entre las 100 mejores baladas en inglés [donde efectivamente la encontré], para sorprenderme y emocionarme una vez más con el sentimiento y el piano de Billy Joel [nadie menos!!!].

Transcribo esta maravillosa letra, dejo el vínculo al video y le cedo la palabra a Joel, quien sabe exactamente todo lo que quiero decir:

If you search for tenderness
it isn't hard to find.
You can have the love you need to live.
But if you look for truthfulness
You might just as well be blind.
It always seems to be so hard to give.

Honesty is such a lonely word.
Everyone is so untrue.
Honesty is hardly ever heard.
And mostly what I need from you.

I can always find someone
to say they sympathize.
If I wear my heart out on my sleeve.
But I don't want some pretty face
to tell me pretty lies.
All I want is someone to believe.

Honesty is such a lonely word.
Everyone is so untrue.
Honesty is hardly ever heard.
And mostly what I need from you.

I can find a lover.
I can find a friend.
I can have security until the bitter end.
Anyone can comfort me
with promises again.
I know, I know.

When I'm deep inside of me
don't be too concerned.
I won't as for nothin' while I'm gone.
But when I want sincerity
tell me where else can I turn.
Because you're the one I depend upon.

Honesty is such a lonely word.
Everyone is so untrue.
Honesty is hardly ever heard.
And mostly what I need from you.

Video de Honesty

jueves, octubre 25, 2007

Mi hermano y yo

La madrugada de un sábado, hace poco más de dos años, un canto vallenato nos despertó a todos. Mis hermanos y mi vieja se levantaron para descubrir un carro último modelo parqueado en frente, con las puertas convenientemente abiertas para dejar brotar la voz de Villazón y el acordeón de Lallemand. Era su más reciente álbum, y a pesar de que decidí permanecer en la cama [las sábanas a las 4:30 a.m. tienen un poder de sujeción extraordinario], me era imposible ignorar las buenas canciones, y la certeza de que alguien había venido a reposar los tragos en la terraza de nuestra casa.

Ahora, ningún otro álbum vallenato me hace entristecer más que El Poder del Amor, y en particular las canciones El Caramelito y Cuando Quieras Quiero; eran las que más repetía Jader esa madrugada, mientras su jefe, vencido, dormía la borrachera en el puesto trasero del carro y él, con ese poder de sinceridad que da el alcohol, aconsejaba a mis hermanos, comentaba con mi vieja las andanzas de mi padrastro [su papá], y se ofrecía para ayudarme con un trabajo en la universidad en la que él ocupaba un buen cargo administrativo. La suerte le estaba sonriendo desde hacía un buen rato.

Solían confundirnos como hermanos, pues para la mayoría de la gente teníamos un enorme parecido, tanto en el físico como en la forma de actuar. Nunca se lo dije, pero me gustaba ese malentendido, sentirlo mi hermano de sangre, pues era un hombre con bastante madurez para su edad [era dos años menor que yo] y que sabía lo que quería y cómo conseguirlo, cualidades de un carácter fuerte y honesto. Esa fortaleza nos llevó a enfrentarnos más de una vez, de niños o de adultos, cuando jugábamos al fútbol, cuando competíamos en bicicleta o cuando aquella jugarreta de la moto [¿te acuerdas, viejo?]… pero siempre había alguien presto a impedir que llegáramos a los puños, y después del reconcilio nos reíamos de tales tonterías, entre cerveza y cerveza, con la voz de Poncho de fondo, que es el mejor linimento y la mayor complicidad de todos…

Jader encontró la muerte en una de esas madrugadas de tragos, en ese mismo carro e igualmente acompañado de su jefe, cuando, según la versión oficial, se los comió una curva a casi 200 kilómetros por hora, mientras regresaba a Sincelejo, donde debía trabajar al día siguiente [la versión extraoficial dice otras cosas, de las cuales espero que su jefe, conductor del carro y milagroso sobreviviente, tenga la conciencia tranquila]. Desde entonces, julio es sinónimo de dolor para nuestra familia.

Empecé a escribir esta esquela mientras las notas de El Caramelito fluían del equipo de sonido. Y el nudo en la garganta se me confunde con el frío de esa madrugada, y a través de los ojos que inevitablemente se me humedecen lo veo sentado en la terraza de mi casa, con la camisilla blanca y las palabras pastosas por el ron, y mientras mi cuñado canta la letra a la par de Villazón, una vez más me duele todo el tiempo que perdimos, todo lo que no vivimos, y todas las cosas que se nos quedaron por decir.

Y a pesar de lo tardío de esta nota, sé que lo sabes, viejo Jader: ahora y siempre te recuerdo, mi hermano…

sábado, septiembre 15, 2007

Reivindicación

Alberto Fuguet recoge en su blog una extraordinaria reflexión del argentino Rodrigo Fresán acerca de la soledad, pero que a su vez constituye una valiosa reivindicación de la lectura y del libro [actividad y artificio tan insólitos en el gusto del hombre contemporáneo]. La transcribo exacta, y te insto: LEE, ÁRMATE, EXISTE !!!
Leer es una de las pocas formas de la soledad socialmente aceptadas por un mundo que tiende a sospechas de las actividades en singular. Decir “ahora no, estoy leyendo” es un escudo y decir “lo leí en un libro” es una lanza. Así, un libro es un arma de construcción masiva. Leo, luego existo.
Rodrigo Fresán