Entre la penumbra, el motociclista se percata de la presencia al margen de la vía y con un rápido giro ofrece su grupa. Escucha la dirección y acelera: una carrera más que lo acerca al despiadado límite de la cuota. El pueblo y sus temores se diluyen por el retrovisor, y en la ruta sólo la luna percibe el movimiento del objeto que aparece bajo el suéter del pasajero. En adelante, ambos compartirán necesidades e incertidumbres.
miércoles, mayo 28, 2008
El negocio más próspero [Reprise]
Relato mío publicado en el magazín de GILC, de la Universidad de Córdoba, el mes pasado:
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1 comentario:
Veo que tus aportes se explayan por otros senderos. Gracias po compartirlo.
Mi infinita gratitud contigo por ese acompañamiento por el renacer espiritual y la partida terrenal de mi padre.
¡Nos abrazamos!
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