miércoles, noviembre 30, 2005

Consuelo de un pseudoFénix

El tiempo es un gran conspirador y excelente adversario... Es él quien desgasta a diario las relaciones, quien le pone condiciones al trabajo, quien corroe con paciencia los cuerpos, dándoles ese aspecto de muebles desvencijados, quien, en definitiva, nos aleja siempre de nuestros objetivos y esperanzas (como escribir regularmente en este blog...)

(...Alguna vez el tiempo se metió directamente conmigo y con quien más amo; fue algo personal, y como tal luché, lo agarré por las solapas y le escupí a la cara mi determinación. Creo que logré amedrentarlo un poco, pero sigue ahí, agazapado, esperando para derrumbar lo que a veces tanto esfuerzo nos cuesta...)

Y nosotros día a día, ingenuamente, corremos tratando de alcanzarlo, de disminuir el efecto de su implacable labor, sin darnos cuenta de que, ahora que escribo esto y tú lo lees, ya nada importa...